miércoles, 15 de mayo de 2013

El Sendero del Mago


“El aire es el elemento de la álef, y sin él no es posible la combustión; por eso, la letra dejó el puesto que se le había asignado en un principio en la viga horizontal central y subió a lo más alto del Arbol de la Vida, situándose a la izquierda para unir Kether y Bináh, puesto que el aliento es una relación, del interior con el exterior, del pasado con el futuro. La álef, situada en su nuevo lugar, se relacionaría con el Arcano I, El Mago, que mueve sus artes sin descanso, pues, si se detiene, el fuego se apaga por falta de aire”.
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra א Alef, una de las tres letras madre que representa el elemento aire y el plano mental. Sus significados son: “pecho”, “infinito”, “buey”, “aliento”. La letra א está compuesta de tres partes, dos letras Yod, una arriba a la derecha y otra abajo a la izquierda, y una Vav, que las une. La guematria del grafema sería precisamente 26, el valor del Nombre Divino, el Shem: Yod (10) +Vav (6) +Yod (10) = 26.  Su órden preeminente y su valor, revela el indescriptible misterio de la Unidad de Dios.  El Sefer Yetziráh dice de ella: “Él hizo la letra Aleph reinar sobre el Aliento. La coronó y la combinó con todas las demás, y con ellas formó el Aire en el Universo, lo templado en el año y el pecho en el Alma: la masculina con álef-mem-shin, la femenina con alef-shin-mem.”

El Arcano que se asocia al número uno es El Mago. La palabra hebrea para mago es קוסם  (kosem), cuyo valor numérico es 206, el mismo que דבר (dabar), la palabra creadora, y es precisamente la creatividad la característica más importante de este sendero. En en el Arbol de la Vida se sitúa enfrente del sendero del Loco, uniendo las sefirot de Kether y Bináh, como lado opuesto de la Triada Divina.
Y en esta oposición, si El Loco simboliza la no-acción, la quietud, El Mago inicia la acción. Para ello cuenta con recursos representados por la mesa y su contenido. La varita azul que sujeta en su mano izquierda trata de captar la fuerza cósmica, mientras que en la mano derecha sostiene uno de los elementos a su disposición, en este caso una moneda de oro, mostrando la importancia de la consecución material. Los zapatos de color amarillo subrayan esta disposición: su inteligencia “toca tierra”.  El nombre del arcano: Le Bateleur, significa “el que lleva el bastón”, un símbolo de la voluntad de acción.  También puede asociarse al Caduceo de Hermes con sus dos serpientes que representan las energías masculina y femenina. El Mago integra ambas, pues es en realidad un ser andrógino. En la mesa dispone de los 4 elementos –copas, oros, espadas, varas, disponibles para crear algo nuevo. El sombrero recuerda al símbolo del infinito, del que parte este sendero.



Si la energía pura, la sabiduría de Jokmáh se asocia al El Loco, la forma definida por la inteligencia de Bináh se asocia al El Mago. La creatividad que se gesta en la matriz cósmica de Bináh es iniciada desde este sendero. El Mago es pues el iniciador y también el Iniciado, aquél que, por estar situado en un nivel superior, puede ver más alto y más lejos, y por ello ir delante de los demás, ser un adelantado a su tiempo. La “magia” de este arcano consiste en “co-crear” la realidad. Si se mantiene íntegro, fiel a sí mismo, acogiendo la energía espiritual que baja de Kether, su voluntad de acción no entrará en conflicto con la voluntad divina, sino que será una expresión humanizada de ésta. Como Iniciado, podrá actuar de guía para otros, y sus creaciones serán provechosas para la humanidad. Las innovaciones geniales se asocian con este sendero. La creatividad, necesaria para su materialización, requiere una capacidad de hacer las cosas “a su modo”, rompiendo esquemas establecidos, sin importar lo que otros digan. El impulso del Mago sale de su interior,  no actúa para complacer a otros, simplemente pone en juego sus talentos en beneficio de todos, también, claro está, de sí mismo, pues no está separado de los demás. Pero si el Mago se mueve desde el ego, si solo ambiciona brillar, si contrapone su voluntad a la voluntad divina, se convierte en un simple prestidigitador, alguien que engaña y se engaña a sí mismo, llegando al extremo de convertirse en un mago negro.  

TIPO DE SENDERO:  Estructural del Espíritu.

DIRECCION DEL SENDERO: El sendero es de dirección alternativa: o bien descendente o bien ascendente; es decir: o es la voluntad de Dios –dirección descendente- o es la propia –dirección ascendente, ya que al simbolizar la voluntad solo permite que actúe en una dirección única. Esta característica propia del sendero nos recuerda la cita del evangelio de San Mateo: “Nadie puede servir a dos señores…”

SIGNIFICADOS: Voluntad. Iniciativa. Creatividad. Impulso para iniciar las cosas. Frente al Sendero de El Loco, que es un sendero pasivo, El Mago representa el poder de la acción.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: El hemisferio cerebral izquierdo, que es el hemisferio lógico; procesa la información analítica y secuencialmente, lo cual requiere un factor temporal (el tiempo aparece en Bináh) y una distinción de los diferentes elementos que integran un todo (análisis). Es el responsable de la expresión verbal y numérica, siendo estas funciones las que suelen medirse en los test de inteligencia y las que predominan en la cultura occidental. Además, el ojo y oído izquierdos. De perfil: los ojos, la frente y la garganta.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Agresividad cuando la voluntad encuentra obstáculos, o bien cuando no es posible desarrollar la creatividad propia del sendero. Impaciencia, derivada del deseo de actuar cuanto antes. Impulsividad e incluso hiperactividad. También, por defecto, pereza o dispersión. El bloqueo extremo puede dar lugar a enfermedades como hemicráneas, hemiplejías, frecuentes jaquecas o problemas de oídos y oculares.



Un ejemplo de este sendero lo encontramos en Leonardo da Vinci, el genio más universal del Renacimiento y, quizás, de todos los tiempos. Su asombrosa creatividad produjo obras de ingeniería que se adelantaban siglos enteros a su época. Así, a los ojos de sus coetáneos fue una especie de mago, y a la luz de la Gnosis Leonardo es sin duda un gran iniciado y profundo conocedor de la naturaleza humana, plasmando de modo genial el conocimiento oculto en la enigmática sonrisa de la Monalisa.