Hay 16 triadas en el Arbol, formadas por 3 sefirot
contigüas entre sí y los senderos que las unen. La primera de ellas, formada
por Kether, Jokmah y Binah, es la Triada de las Raíces, que, como vimos,
están en el cielo. También se la conoce como Triada Divina o Gran Rostro.
Podemos ver una semejanza con el taoísmo:
“El Tao que puede
ser expresado no es el verdadero Tao. El nombre que se le puede dar no es su
verdadero nombre. Sin-Nombre es el principio del universo, Con-Nombre es la
madre de todas las cosas”.
Kether, el Absoluto, se
identifica con el Tao, mientras que Jokmah, el Yang, Abba (Padre), sería "Sin-Nombre", y Binah, el Yin, Imma (Madre), "Con-Nombre".
Es importante ver la
relación del nombre y el tiempo. El primero no puede existir sin el segundo, y
ciertamente el tiempo aparece en Binah, así como la forma.
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Triada de las Raíces |
La Triada de las
Raíces, llamada también El Gran Rostro
o los 3 Supernos (las 3 sefirot
principales de Kether, Jokmáh y Bináh) representa propiamente la Divinidad. La Unidad (Kether, Tao) más la Dualidad básica (Positivo-Negativo, Yin-Yang,
Masculino-Femenino)
En el hinduismo vedanta esta trinidad equivale a
Parabrahma (Kether), Brahaman (Jokmáh) y Mulaprakriti (Bináh).
La barrera del Abismo separa la Triada de las Raíces o Gran Rostro o Macroposopos del resto del Arbol, llamado también Pequeño Rostro o Microposopos.
Existen 6 triadas
estructurales y 10 triadas laterales: las Triadas
Estructurales se alinean a lo largo del Pilar Central, mientras que las triadas
laterales son 5 activas (en el lado derecho del Arbol) y 5 pasivas (en el lado
izquierdo del Arbol).
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Triada de las Raíces
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Triada de la Mística
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Triada de la Ascética
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Triada de la Fe
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Triada de la Innovación
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Triada de la
Conservación
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Triada de la Etica
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Triada de los Deseos
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Triada de los Miedos
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Triada del Despertar
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Triada de la Intuición
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Triada del Impulso
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Triada del Temple de
Animo
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Triada de la Lógica
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Triada de la Iniciativa
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Triada de la Inserción
en el Mundo
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Triadas estructurales y evolución de la Conciencia
Veremos las Triadas Estructurales por su
importancia en relación a la evolución del individuo, ligada a su ascenso por
el Sendero de la Flecha. Las triadas
laterales se relacionan con aspectos del mundo interior (Triadas Activas) o del
mundo exterior (Triadas Pasivas).
De abajo arriba
tendríamos las siguientes:
Triada de la Inserción
en el Mundo
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Triada de la Inserción en el Mundo y del Temple de Animo |
Está formada por las sefirot de Malkut, Hod, y Netzaj. La mente concreta de Hod y el mundo emocional de Netzaj confluyendo en el mundo físico, Malkut. Dentro de esta Triada se
encuentra la sefirá de Yesod: el ego,
que a su vez forma la Triada del Temple
de Animo, interna a la de Inserción en el Mundo. La mayor parte de la
humanidad se mueve únicamente en estas 4 sefirot, que en el sistema de chakras
correspondería a los 3 primeros: Muladhara
(supervivencia), Swadhistana
(sexualidad) y Manipura (poder). Solo
en algunas ocasiones, muchas veces extremas, vislumbra algo más, pero la
identificación con el ego es tan fuerte, o bien la lucha por sobrevivir en este
mundo tan dura, que el individuo desecha todo aquello que le hace cuestionarse algo
transcendente.
La importancia de esta Triada es muy grande, pues
representa los cimientos de la casa. No en vano la sefirá de Yesod significa Fundamento, y es que desde cualquier
enfoque psicológico que se utilice, no es posible superar el ego sin llegar al
ego, es decir, sin construir una personalidad sólida con la que interaccionar
con el mundo. La etapa de la “mente
egóica”, como afirma Ken Wilber, es esencial para poder dar el siguiente
paso, “el centauro”, pues cada etapa incluye todas las potencialidades de las
anteriores. Si no hay un fundamento sólido, la inmersión en mundos sutiles
solo puede traer la locura o la inmadurez e inadaptación de aquellos que se
creen en los “mundos de Yuppy”.
Triada del Temple de
Animo
Es la formada por las sefirot de Yesod, Hod y Netzaj. Como hemos visto, es interna a
la Triada de la Inserción en el Mundo, compartiendo ambas la Viga de la Personalidad, sendero que
une a Hod y Netzaj: mundo mental y mundo emocional. Que el temple de ánimo se
necesita para sobrevivir en el mundo es bien sabido, pues en él impera la ley
del más fuerte. Si el ego es débil, otros se encargarán de someterlo para su
provecho. Y aún más temple se necesitará cuando se abandona el camino establecido
para buscar el propio, desafiando todo aquello que el mundo considera valioso.
Porque a partir de esta triada comienza un camino solitario que muy pocos están
dispuestos a seguir, y que muchas veces comienza cuando se toma conciencia de la
impermanencia de todas las cosas, de su falta de valor, tal y como le sucedió
al príncipe Siddartha. El individuo se convierte entonces en un buscador de la Verdad
y su reino deja de ser el de este mundo, aunque siga en el mundo. El gran
cabalista Joshua ben Miriam, o Jesús para los cristianos, lo decía así “… haceos tesoros en el cielo, donde ni
polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan”
El sendero 14 que une Yesod
con Tiferet, representa el salto
cuántico que debe dar el sujeto: pasar del ego al Ser. Y es este sendero, La Templanza, el que marca esta entrada
al templo de la propia divinidad, ahí donde somos todos iguales. Pero antes de
ello debe atravesar otra triada: la Triada del Despertar.
Triada del Despertar
“Todos los
estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son
creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro,
entonces el sufrimiento le sigue de la misma manera que la rueda sigue la
pezuña del buey. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro, entonces la
felicidad le sigue como una sombra que jamás le abandona.”
Dhammapada. Versos gemelos. Cap. 1
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Triadas y Mundos |
La Triada del
Despertar es la formada por las sefirot de Tiferet,
Hod y Netzaj. Se ha alcanzado el Centro del Arbol sefirótico: el "Sol de Tiferet", el verdadero origen de la luz
lunar de Yesod. Desde aquí es posible
ver cómo pensamientos (Hod) y
emociones (Netzaj) configuran el ego
(Yesod) como dos caras de la misma
moneda. Al dejar de identificarse con éstos el individuo se libera de una
esclavitud que lo amarraba a un sufrimiento absurdo, pues del mismo modo que un
ordenador sigue fielmente las órdenes de un programa, su cerebro, sus
pensamientos y en consecuencia, sus emociones, también son fieles a un programa
y él es el programador. Si la
identidad se sitúa en Tiferet, podrá desechar
las creencias inservibles, “los pensamientos impuros”, como virus nocivos, pero
si continúa en Yesod, lo más probable
es que acepte como propias las creencias del sistema social en que está
inserto, sin cuestionárselas.
El despertar implica siempre la desidentificación con el
ego, con la personalidad, representada por el sendero que une Hod y Netzaj, la Viga de la Personalidad. El individuo
ha cruzado la primera barrera del Arbol: el Arco Iris de Yesod. Comprende que el ego es una identidad
construida desde el pasado y circunscrita a sus circunstancias sociales, que si
se pierde el rol social el ego sufre una conmoción, y si es la memoria el ego
se diluye como una ilusión, pero que, sin embargo, hay alguien ahí que permanece siempre invariable. Ese alguien es la meta de su búsqueda, porque a partir de
este punto el individuo continúa en el mundo, pero ya no es del mundo.
Triada de la Etica o
Conciencia Moral
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Triada de la Etica |
Es la formada por las sefirot de Tiferet, Jesed y Gevuráh. Se ha superado la segunda
barrera del Arbol: el Velo del Templo,
tras afianzarse el individuo en su centro: Tiferet,
el Yo Superior. Está limitada en su
parte superior por la Viga de la
Individualidad, que une las sefirot de Jesed,
Misericordia, con Gevuráh, Rigor, como
representantes del principio del Bien, la “mano derecha de Dios”, y el
principio del Mal, la “mano izquierda de Dios”, o también podríamos decir el
principio expansivo y restrictivo, o constructivo y destructivo del universo.
El sendero que los une, representando el necesario equilibrio entre ambas
fuerzas, es el Sendero VIII: La Justicia,
que representa exactamente el discernimiento necesario para dar a cada cosa lo
que le corresponde en un momento determinado. La balanza equilibrada de la
Justicia muestra como es preciso evitar el exceso tanto en el Rigor como en la
Misericordia, en la expansión como en la restricción. Un ejemplo bien simple de
exceso expansivo sería el de un cáncer, mientras que en el otro polo tendríamos
un buen sistema inmunológico que destruye bacterias y virus.
La Viga de la Individualidad separa la Mente Individual
de la Mente Cósmica. Por encima se encuentran las Triadas de La Fe y la Triada
Divina.
Triada de la Fe
En el centro de esta Triada está la sefirá oculta, Daat, indicando que la Fe no es algo
contrapuesto al conocimiento, como a menudo se piensa, pues no se trata de la
“fe del carbonero” o aceptación de creencias impuestas, generalmente por una u
otra religión o sistema establecido de dogmas y axiomas. La Fe a la que se
refiere es, en definición del maestro Antonio Blay “la adhesión mental, afectiva y volitiva, incondicional, a lo que intuimos
como real, como cierto”. Hay dos elementos a subrayar en esta definición:
la intuición, como conocimiento directo e inmediato, sin utilizar el
pensamiento discursivo, y, de modo implícito, la autoestima que requiere
confiar en la propia visión intuitiva. Intuición, autoestima, visión son
características positivas del sendero II: La Sacerdotisa, que cruza esta Triada de la Fe y es su sendero principal.