martes, 24 de junio de 2014

El Sendero del Arcano sin Nombre


“La capacidad de poner nombres es la capacidad de distinguir a unos seres de otros. Pero la mem, que representa el agua, representa también lo indiferenciado. En su posición inicial, uniendo en la viga inferior del Arbol las esferas de Netzaj y Hod, formaba una barrera que impedía que los seres se diferenciasen y apareciesen en el mundo. Cuando cambió su posición y pasó al sendero que comunica Netzaj y Tiferet, se llevó su capacidad de in-nominar, de quitar nombres, la cual, si antes pertenecía al reino de lo subconsciente, entonces pertenecería al olvido y al perdón. Lógicamente, en su nueva posición se asoció la letra al Arcano XIII, al que, aunque no lleva nombre, muchos llaman “La Muerte”. Pero, según muchas tradiciones, lo que no tiene nombre no existe.”
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)

La letra hebrea que corresponde al sendero 13 es la letra מ mem del alefato, cuyos significados simbólicos son “agua”, “madre”, “nacimiento”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra mem reinar sobre el agua, y la ciñó una corona y combinó una con otra y con ellas formó la Tierra en el Universo, lo frío en el Año y el vientre en el alma masculina y femenina”.
Mem es una de las tres letras madres, junto con א alef y ש shin. Esta triada representa los tres elementos básicos: fuego (shin), agua (mem) y aire (alef). La tierra no se considera un elemento puro, sino una combinación de estos tres. La permutación de estos tres elementos nos da las seis direcciones espaciales, o ejes espaciales, del universo tridimensional: arriba, abajo, este, oeste, sur, norte.


El Arcano XIII, conocido vulgarmente como “La Muerte”, no tiene nombre como los demás. Este detalle es de suma importancia porque todo aquello que no tiene nombre no existe, sobre todo en Cábala, dónde el objeto y la palabra que lo nombra forman una unidad indisoluble.  La carencia de nombre apunta a que el actor de este juego no muere. Lo que muere es el personaje que interpreta en la función, que, una vez finalizada ésta, debe hacer mutis por el foro. Y ¿Quién es realmente este actor? Veremos lo que nos dice la carta:


Un esqueleto, de color carne, siega un campo con una guadaña. Sobre la tierra negra se encuentran esparcidos miembros y cabezas, fruto al parecer de esa siega. Pero las cabezas están indudablemente vivas, y algunas manos parecen sobresalir del suelo de modo voluntario, no como restos inertes, sino como nuevos miembros. El suelo negro recuerda el nigredo  de la alquimia o el cieno del que emerge el loto en la tradición budista. En Cábala es sin duda el color de la sefirá de Bináh, la matriz cósmica en la que se genera toda la manifestación. Esto nos sugiere que el sujeto termina con algunas cosas para dar lugar al nacimiento de otras nuevas, y aquí se encuentra la clave principal del arcano y de lo que representa verdaderamente eso que llamamos muerte: la necesidad de renovación, para la que es imprescindible terminar definitivamente con lo viejo, lo que ya no sirve. La naturaleza lo hace a la perfección, mientras que el deseo de continuidad del hombre lo obstaculiza constantemente. En palabras de Krishnamurti: La muerte que destruye para que la creación pueda ser… La muerte era el medio para el nuevo estado, la nueva invención, un nuevo estilo de vida, un nuevo pensamiento. Era un cambio atemorizador, pero ese cambio traía una nueva esperanza.”

En un enfoque psicológico lo que el sujeto debe cortar son los lazos de dependencia que le atan. Las cabezas coronadas parecen simbolizar a los propios padres, subrayando la necesidad de cortar el cordón umbilical, pero sobre todo en lo relativo a contenidos mentales (cabezas). Creencias, prejuicios etc de nuestros ancestros son las cadenas más sutiles y las que más nos encierran. En muchas ocasiones este trabajo se vive con agresividad, con rabia incluso. La ira es una poderosa energía y puede surgir cuando lo que está en juego es nuestra libertad, cuando hacemos cambios radicales. Los enfrentamientos con nuestro entorno están asegurados. Por eso la Cábala afirma que “tú no tienes padre, ni madre, ni hijo, ni hija, ni esposo, ni esposa, ni hermano, ni hermana, porque tu eres tu propio padre, tu propia madre, tu propio hijo, tu propia hija, tu propio esposo, tu propia esposa, tu propio hermano, tu propia hermana…”. Esta afirmación está en perfecta concordancia con las palabras de Jesús de Nazaret: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a sus padres, a su mujer e hijos, incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío".

En un sentido espiritual este arcano apunta sin duda a la muerte del ego. ¿Qué quiere decir esto? Que el sujeto debe desidentificarse de su personaje, debe descubrir que no es ese yo mental definido totalmente por lo que ya está muerto, lo que ya no existe, que es su pasado, al que da continuidad y con ella la ilusión de una entidad real independiente y separada de los demás. La siguiente etapa del viaje de El Loco, que en un paralelismo no casual es un naipe que no tiene número, es hacer la “gran transformación”: encontrarse a Sí Mismo, encontrar al Actor, el Atman.

En el Arbol de laVida el Sendero XIII va de Netzaj, la sefirá emocional, a Tiferet, el Yo Superior. El viaje es duro, conocido como “noche oscura del alma”. Hay una muerte, la de nuestra vieja identidad, pero es como la destrucción de la oruga para que nazca la mariposa. En todo caso, ya no hay vuelta atrás. 



El sendero XIII representa sin duda al Cristo, es decir: a Jesucristo. El número 13 no solo le es atribuible, sino que además 13 es la mitad de 26, el número que corresponde al Nombre Divino  יהוה, y apunta a la doble naturaleza de Jesucristo: la humana (Jesús de Nazaret, la sefirá de Netzaj) y la divina (Cristo, Tiferet). La divinidad del Arcano Sin Nombre se encuentra precisamente en esta ausencia de nombre, pues todo aquello que se nombra es un objeto, una cosa (nuestro concepto de realidad deriva de esa etimología latina: res-rei, cosa). Y el Nombre Divino es impronunciable porque Dios no es un objeto, sino el Unico Sujeto. El mismo concepto existe en el Taoísmo: “El Tao que puede nombrarse no es el verdadero Tao…”. Recuerdo que en las clases de filosofía, cuando nos enseñaban las demostraciones lógicas de la existencia de Dios, yo rebatía que lo único que demostraban era la existencia del concepto de Dios. Es decir: lo reducían a objeto (mental), sin comprender que el Conocedor no puede ser en modo alguno un objeto de conocimiento. El Vedanta Advaita utiliza el método contrario: Neti-neti (no es esto, no es aquello) para hablar de Brahman. Y uno de sus más grandes representantes, Nisargadatta Maharaj, nos dice que nuestra verdadera naturaleza, quienes realmente somos, no tiene nada que ver con un objeto, material o mental. En consecuencia no somos el cuerpo, la personalidad, el pensamiento, las emociones ni nada de lo que podamos apercibirnos.


La gran transformación a la que apunta este arcano no puede producirse sin hacer “borrón y cuenta nueva” en nuestra vida, y este proceso requiere el perdón incondicional, no a “nuestros deudores”, pues carecemos del poder de perdonar a alguien, sino a nosotros mismos. Un magnífico análisis cabalístico de lo que significa realmente nos lo da Jaime Villarrubia: Significado de el perdón 


TIPO DE SENDERO: De vínculo entre la Mente y la Personalidad.

DIRECCION DEL SENDERO: Alternativa o intermitente entre Netzaj y Tiferet. El olvido y el perdón representarían el sentido ascendente; la gran crisis emocional solo puede empezar a resolverse tras poner punto final a nuestro sentimiento de culpa por acciones del pasado. Solo así es posible abrirse al Yo Superior en Tiferet. El sentido descendente parte de este Centro y permite que se establezca el vínculo transpersonal con la Personalidad, superando así la Noche Oscura del alma en el aspecto emocional. Como todas las tradiciones afirman, la muerte del “viejo yo” es imprescindible para que se produzca el nacimiento del “hombre nuevo”. Jesús así lo afirma a Nicodemo:En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios”. Juan 3:1-10

SIGNIFICADOS: El olvido de las ofensas y el perdón a uno mismo. La Noche Oscura del alma en los aspectos emocionales. El desprendimiento. El amor incondicional, sublimado como amor crístico. La Gran Transformación o Muerte Iniciática.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: La zona lumbar y las vértebras lumbares. El intestino ciego. El nervio ciático.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Autocrítica excesiva, que degenera en sentimientos de culpa. Represión emocional, que al estallar inevitablemente provoca aún más culpabilidad. Resentimiento. Ira. En casos extremos violencia, que puede incluso llegar al asesinato. Crímenes pasionales.

PROBLEMAS DE SALUD: Artrosis. Ciática. Problemas en zona lumbar, cadera y rodilla derechas.


El Camino de Santiago y la muerte iniciática

Entre los muchos símbolos que encontramos en el Camino de Santiago, la muerte está muy presente. Suele aparecer en forma de calavera, en los capiteles de algunas iglesias, sobre las puertas, o escondida en los lugares más insospechados. Y es que la ruta de las estrellas es un camino iniciático de muerte y resurrección, recorrido por multitudes del viejo continente que seguían la ruta del sol hasta lo que los romanos llamaron Finis Terrae, pues la meta no es la tumba del apostol, sino el mar tenebroso, en el que el sol muere cada atardecer para renacer espléndido en un nuevo día.



Puesta de sol en la Costa da Morte