miércoles, 17 de septiembre de 2014

El Sendero de La Torre

“Para que el ojo pudiese contemplar la profundidad del mar de las emociones (del latín emovere, mover hacia afuera, mover fuera del centro) y transmutarse así en sentimientos, la letra ayin abandonó su puesto, excesivamente mental, entre Hod y Yesod, y pasó a la viga inferior, que une Hod con Netzaj.Y al tratarse de un proceso, aunque saludable, doloroso, fue asignada al arcano XVI, La Torre, como símbolo de la crisis liberadora y del aprendizaje que impulsa el crecimiento.”
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero 16 es la letra ע ayin del alefato, cuyos significados simbólicos son “ojo” y “fuente”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra ayin reinar sobre la ira, y la ciñó una corona y combinó una con otra y con ellas formó a Capricornio en el Universo, Tevet en el Año y el hígado en el alma masculina y femenina”.



Continuando el descenso por el Arbol de la Vida, el Sendero XVI corresponde a la llamada Viga de la Personalidad, el sendero horizontal inferior que une a las sefirot de Hod, la mente concreta, y Netzaj, las emociones, uniendo así el centro mental y el emocional. La interacción de ambos centros constituye el substrato de la personalidad, y es la experiencia vital y el aprendizaje que de ella se deriva lo que define a éste sendero. La Viga de la Personalidad es el sendero que delimita ni más ni menos que tres Triadas del Arbol: la Triada de la Inserción en el Mundo, que delimita por su parte superior,  la Triada del Despertar, que delimita por su parte inferior, y la Triada delTemple de Animo, inserta en la primera. La complejidad del sendero se deriva de la necesidad de un doble aprendizaje: la construcción de una personalidad sólida, un ego integrado, que permita ascender al siguiente “escalón” evolutivo, y la destrucción de todo lo que sobra en este ego, como paso indispensable para llegar a la Triada del Despertar y situar la propia identidad en Tiferet en vez de en Yesod. Es importante señalar que, al presentar los senderos en orden descendente, se muestra la Involución, es decir; el camino que “recorre” el espíritu para encarnase en la materia y, desde ésta, invertir el recorrido, lo que conocemos como Evolución de la Conciencia. El Kav o Rayo Relampagueante que penetra por El Loco atraviesa el Sendero XVI y en su recorrido descendente destruye la “corona” de La Torre. ¿Qué quiere decir esto? Lo veremos más adelante.

Dirección del Rayo Relampagueante

El Arcano XVI, conocido como La Torre, tiene realmente el nombre de La Maison Dieu en el Tarot de Marsella, tal y como podemos ver en el naipe. En él vemos una torre con tres ventanas, una única en la parte superior, y dos en la inferior. ¿La unidad y la dualidad? Las tres franjas de color que presenta la torre nos recuerdan las tres vigas del Arbol de la Vida o las tres barreras a superar para llegar a la ventana superior, ¿Kether? La parte superior de esta torre tiene una inequívoca forma de corona, corona que es separada de la torre por un fuego que viene de lo alto, el Kav sin duda. De la torre caen dos individuos que tocan sendos arbustos con su mano derecha. En la parte inferior de la torre se adivina una puerta de color verde, a la que se asciende por tres peldaños. En el cielo aparecen bolas de colores que parecen ser las chispas que desprende el fuego, también de colores. La torre es de color carne, lo que nos remite al cuerpo, que se considera sagrado, la Maison Dieu. Recordemos que el Arbol de la Vida es también una representación del hombre, y no únicamente como cuerpo físico, sino como imagen de la divinidad con todas sus potencialidades, representadas por las sefirot.




Si contemplamos algunas representaciones de diferentes tarot vemos como la torre es destruida, hay fuego en su interior y los individuos se precipitan de lo alto, sin llegar a tocar el suelo como en el de Marsella, y consecuentemente con el peligro de romperse la crisma. Nada de esto vemos en el Arcano, pues simplemente los dos individuos ya tocan el suelo en lo que parece una caída controlada. La torre no es destruida, lo que se elimina es esa corona que parece estar de más. He aquí el quid de la cuestión, pues la interpretación puede hacerse desde dos perspectivas muy distintas, pero, a mi juicio, complementarias:

      *  La corona sobra, y nos está señalando el orgullo del ego, la “torre de marfil” en la que se encierran algunos individuos, la soberbia de los constructores de la Torre de Babel, con la que querían llegar al cielo a base de ladrillos, el torres más altas han caído que condena la futilidad de la vanidad humana. El poderoso arquetipo de torres desplomándose que todos conocemos.

 *      La corona no es destruida, sino tocada por el rayo en un claro símbolo de la iluminación. La apertura del chakra corona por el ascenso de Kundalini. La apertura de la cabeza de Júpiter de la que surge Minerva, diosa de la Sabiduría.

Si consideramos la posición del sendero XVI como Viga de la Personalidad, me inclino a creer que el naipe nos muestra la primera perspectiva, lo que no excluye la segunda, solo que ese es un paso posterior. Si por un golpe de la vida la personalidad se viene abajo, existe la posibilidad de desidentificarse y, tras la destrucción de lo que sobra, aspectos mentales indicados por la corona, vislumbrar nuestra verdadera naturaleza. Se hace entonces posible una desidentificación con el ego de Yesod para centrar la identidad en Tiferet. Los dos individuos que caen simbolizan la mente concreta, Hod, y las emociones, Netzaj, con lo que el ego de Yesod se queda con el culo al aire y el sujeto, si sobrevive a la hecatombe, comprueba que sigue ahí, no ha sido destruido. Y se hace posible la pregunta básica: ¿Quién soy?

El Sendero XVI marca el umbral
entre la conciencia ordinaria
y la conciencia que despierta

La crisis descrita es extrema, y deviene por causas consideradas nefastas como la muerte de un ser querido, la ruina económica, una enfermedad grave etc. La famosa ecuación crisis = oportunidad tiene su aplicación en éste sendero, y, claro, a mayor crisis, mayor oportunidad. Lo más frecuente es pasar por crisis de crecimiento que todos y cada uno debemos superar, crisis que aparecen cíclicamente y que permiten al individuo superar cada estadio de la evolución de la conciencia. La psicología personal se queda en la etapa del ego adulto, y no va más allá de la Triada de la Inserción en el Mundo. La psicología transpersonal sí contempla una evolución posterior. Ken Wilber nos habla de “fulcros” que han de superarse en cada etapa. Y es esencial subrayar que superar el estadio anterior no significa destruirlo, pues es preciso integrarlo. Hablar de eliminar el ego es absurdo, pues necesitamos un vehículo para desenvolvernos en este mundo. Lo que hay que eliminar es la identificación con el ego, y ésto solo es posible cuando el sujeto ha madurado lo suficiente para ello, es decir; ha aprehendido con su propia experiencia, y ha superado con éxito los anteriores estadios. Pretender otra cosa es como querer que un parvulito comprenda la Teoría de la Relatividad.

Y puesto que necesitamos una personalidad, una máscara (“per sonare”) para presentarnos en este mundo, como un id de usuario, como un nick, un avatar o como quiera que le llamemos, habrá que procurar que sea lo suficientemente sólida como para que constituya una unidad operativa, y lo suficientemente flexible como para modificar lo que ha quedado obsoleto sin perder por ello integridad. Una vez que sabemos que no somos eso, podemos jugar con ello. Esta es la parte divertida del sendero. La dura y complicada es liberarnos de ataduras del pasado que pueden haber quedado sepultadas en el inconsciente. Y ésto nos remite al sendero de El Diablo, al encuentro e integración de nuestra sombra.
La famosa frase de NietzscheLo que no te mata te hace más fuerte” puede muy bien aplicarse La Torre. El aprendizaje a través de la experiencia de las vicisitudes de la vida puede resultar muy duro, pero solo si nos templamos como el acero podremos tender un puente sólido: el Sendero XIV, La Templanza, que nos permita cruzar éstas aguas turbulentas y tomar contacto con nuestro Yo Superior en Tiferet.


Torre, en hebreo, es מגדל  (migdal), palabra que contiene דמ (dam), sangre, y מל (gal), ola, “ola de sangre”, lo que nos habla de la circulación sanguínea. La sangre por su parte no es sino agua (letra מ)  que habla (la letra ר significa palabra), es decir; agua con información: el código genético, que nos remite a nuestros ancestros, y por tanto, a nuestro pasado. El poderosísimo arquetipo que representa la sangre tiene seguramente aquí su origen: ser de la misma sangre (el linaje), hacer pactos de sangre (compartir destinos), sangre azul (linaje divino) etc. Todos los rituales de sangre derraman ésta como máxima ofrenda a los dioses, pues la sangre es el contenedor del Espíritu. Carmen Haut afirma que la “iluminación comienza en la sangre”, y ¿qué representa kundalini  sino la circulación de la energía en el cuerpo sutil?

TIPO DE SENDERO: De estructura de la Personalidad.

DIRECCION DEL SENDERO: La Viga de la Personalidad une las sefirot de Netzaj (centro emocional) y Hod (centro mental), y como sabemos existe una interacción entre pensamientos y emociones, pero desde el nivel de la personalidad no es posible dirigir el flujo de energía, ya que la sefirá de Yesod, que representa el ego, está en un nivel inferior, y en consecuencia no puede ver el campo emocional y mental ni actuar sobre él. Solo desde un nivel superior es posible discernir ambos aspectos e identificar la carga emocional asociada a un pensamiento o creencia y modificar éste para liberar aquella.

SIGNIFICADOS: La capacidad de aprendizaje a través de la experiencia. La crisis y su superación. La eliminación de las ataduras del pasado, del peso de la autoridad y de las defensas inconscientes. La ruptura de estructuras personales rígidas que dificultan la evolución consciente. La metamorfosis que debe sufrir la larva para convertirse en mariposa. Lo visceral e instintivo. Los distintos roles que representamos y las máscaras que nos ponemos para ello.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Depresión, la personalidad se viene abajo al no poder superar la crisis. Incapacidad para definirse, para construir una personalidad concreta de cara a los demás, y en consecuencia, tendencia a imitar la personalidad de otros. Propensión a cometer siempre los mismos errores, tropezando una y otra vez con la misma piedra. Personas excesivamente viscerales. Atracción de situaciones conflictivas, dramáticas incluso, con las que se busca inconscientemente un aprendizaje a través del dolor: “la letra con sangre entra”.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: La circulación sanguínea. Los intestinos (de frente). El intestino delgado (de perfil).

PROBLEMAS DE SALUD: Depresión. Tendencia a somatizar problemas emocionales. Problemas de circulación de la sangre, que no fluye correctamente y se estanca formando varices. Trastornos intestinales. Problemas en las caderas (el sendero se corresponde con las caderas).


La vida es bella

La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad, no resistiéndose a ella, “lo que resistes persiste”, sino aceptándola y aprehendiendo de ella. Esto no se consigue con rigidez sino con flexibilidad. Los manidos tópicos que utilizan las palabras “luchar contra”, “enfrentar” etc, no hacen más que aumentar la resistencia y crispar al sujeto, privándole de su potencial para “darle la vuelta a la situación” buscando los aspectos positivos y sacando provecho de ellos. A “cara de perro” la vida es un drama, pero con sentido del humor hasta la más trágica de las situaciones puede hacernos reir. 


Esto que ves es un juego...