sábado, 28 de diciembre de 2013

El Sendero de El Carro


“Midióse la zayn con las tareas que le imponían sus significados, y supo que debía abandonar su puesto en el interior del Arbol, entre Jokmah y Tiferet. Había sido, en efecto, como una flecha que apuntaba desde Jokmáh al corazón del Arbol, Tiferet. Pero ahora su aspecto de espada debería coronar el Pilar de la Severidad, y por eso fue a ocupar el sendero que une Binah, la Inteligencia, con Guevurah, el Rigor, que también es la Justicia y el Temor. En su posición, asumió la responsabilidad, pero también la ambición, ya que no podía olvidar su significado de «centro»; la visión de futuro, y también los méritos y las culpas. Todo ello la relacionó en su nueva posición con el Arcano VII, El Carro.”
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra ז Zayn, la séptima letra del alefato hebreo, cuyos significados simbólicos son “espada”, “semilla”, “centro”, “flecha”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra Zayn reinar sobre el movimiento, y la ciñó una corona, y combinó una con otra, y con ellas formó a Géminis en el Universo, el mes de Siván en el año y el pie izquierdo en el alma, masculina y femenina”.



El Arcano VII del Tarot, al que corresponde la letra Zayn, nos muestra a un hombre coronado que conduce un carro tirado por dos caballos. El hombre, un príncipe o un miembro de la nobleza, no utiliza riendas para guiar a los caballos, y solo su mano izquierda está libre para ello, pues con la derecha sostiene un cetro de mando. Ambos caballos miran hacia delante, en la misma dirección, pero sus patas giran hacia el lado opuesto, con lo que es de preveer que el carro volcará tarde o temprano. El príncipe viste una coraza y, sobre los hombros, unos adornos en forma de caras. La visión de conjunto nos sugiere un hombre triunfante subido al carro de la victoria, que se dirige resuelto a una nueva conquista. Una lectura más profunda ve en este arcano al alma, el príncipe, que conduce su vehículo material, el carro, formado no solo por la parte animal, los caballos, sino también por la personalidad, simbolizada por las caras que adornan su traje. Persona viene del latín “per-sonare”, resonar a través de algo. Así se llamaba a la máscara que se ponían los actores para amplificar su voz y representar a un determinado personaje. Y, tras el personaje, el alma solo tiene un objetivo: evolucionar. Su conquista mayor, la conquista de la “Tierra Prometida”, requiere atravesar la última barrera del Arbol de la Vida: el Abismo, para ascender a un plano superior, allí dónde se encuentran sus verdaderas raíces, su Origen.




La palabra carro es en hebreo  מרכבה  merkavah, el carro de fuego de la visión de Ezequiel y el carro con el que el profeta Elías fue arrebatado al cielo: “Mientras iban caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado al cielo por un torbellino”. (Reyes 2:11). Merkavah es también el nombre de un método cabalístico de meditación, cuyo fin es el ascenso del alma a través de las siete mansiones celestiales para acceder a la visión del Trono Divino. En el Apocalipsis Juan también habla de siete moradas de perfeccionamiento, así como en el Libro de Enoch, que describe la ascensión del alma a través de 7 palacios o cielos. Y este número 7, que corresponde al arcano de El Carro, nos conduce a las siete sefirot inferiores del Arbol de la Vida, siendo las tres superiores las que integran el Gran Rostro o Tríada Divina. Para acceder al Rostro Divino hay que recorrer las 7 sefirot inferiores, y atravesar la barrera del Abismo.

El conductor del Carro persigue un objetivo, y todos los objetivos residen en el futuro, lo que requiere la intervención del tiempo. Y el tiempo aparece en Binah, sefirá a la que se dirige este sendero VII, partiendo de Gevurah. El tiempo pone límites a la acción a realizar, pues la vida humana es limitada, pero sobre todo configura nuestra personalidad, formada a través del relato de nuestra vida. ¿Quién seríamos si perdiéramos súbitamente la memoria en un lugar en el que nadie nos conoce?  
“El tiempo es oro” es un dicho que puede asociarse a este sendero. A menudo se interpreta desde la avaricia, como si todo el tiempo empleado para hacer dinero fuera poco. Pero también podemos ver el tiempo como algo muy valioso por lo limitado, personal e intransferible. ¿Qué hacemos con el tiempo de nuestra vida? El niño vive en la eternidad del presente, pero el adulto conoce los límites del tiempo. Este arcano nos recuerda que somos responsables del modo en que empleamos nuestro tiempo.

TIPO DE SENDERO: De influjo del Espíritu sobre la Individualidad.

DIRECCION DEL SENDERO: Ascendente. (Guevurah a Bináh). La responsabilidad es la cualidad por la que un alma adulta asume un objetivo superior y trata de alcanzarlo. Para ello requiere saber qué respuesta dar a una situación, en vez de reaccionar ante ella. La ambición humana tiene objetivos materiales, pero la ambición espiritual es alcanzar un plano superior, ya que el alma sabe que tiene que evolucionar.

SIGNIFICADOS: La responsabilidad. El adulto. El trabajo. La ambición. La búsqueda de un objetivo futuro. El tiempo, que aparece cuando es necesario recorrer un camino. El dinero.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: La mano y el brazo izquierdos, de frente. El rostro, de perfil.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: El fracaso deriva con frecuencia en culpabilidad y una autocrítica excesiva, que llega al autocastigo, consciente o inconsciente. Problemas en el trabajo: se trabaja demasiado, de modo obsesivo, o bien no se asumen  responsabilidades por miedo a fracasar. Importancia excesiva de la autoimagen y la apariencia. Ambición desmesurada y ostentación de los triunfos conseguidos. Miedo al ridículo, que deriva muchas veces en falta de espontaneidad y un rechazo a todo lo que parece “infantil”. Se ocupa a menudo todo el tiempo disponible con tareas “inaplazables” sin dejar lugar a momentos de ocio y relax: “no tengo tiempo para nada”.

PROBLEMAS DE SALUD: La rigidez propia de una autoexigencia excesiva se acompaña a menudo de un estado de ansiedad patológico. El “tirar del carro” sin darse un respiro agota las reservas de energía de la persona, que acaba por “caer del carro” y sumirse en una depresión.

 Memento mori

Una costumbre de la antigua Roma era la de celebrar el Triunfo: cuando un general desfilaba victorioso por sus calles, subido a su mismo carro un siervo sujetaba la corona de laurel, al tiempo que le recordaba su naturaleza mortal. Ninguna victoria podría convertirlo en un dios ni librarlo de la limitación de su tiempo finito. La frase empleada era:
Respice post te! Hominem te esse memento

¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre

El así llamado Memento mori se ha utilizado profusamente en el arte para recordarnos que, sean cuales sean nuestros logros, tarde o temprano bajaremos del carro. Vehículo y caballos deberán ser abandonados, pues solo el Príncipe, el alma, puede continuar el viaje.

 


viernes, 22 de noviembre de 2013

El sendero de El Enamorado

“Fue la vav la encargada de representar al hombre como imagen de Dios y, tal como dice el Corán (2:28-32), como su vicario en la tierra. Y así, como enviado suyo, tuvo que abandonar la parte izquierda del Arbol, dónde estaba permanentemente a la vista del cielo, y pasar a unir las esferas de Bináh y Tiferet, la Madre y el Hijo. Desde entonces el hombre busca completarse para regresar a la Unidad y lograr así la Paz. Para trabajar en esta búsqueda el hombre elige una y otra vez entre las alternativas que le presenta la vida, y por eso la letra se asoció al Arcano VI, Los Enamorados, que representa el libre albedrío, la elección y la renuncia consiguiente a dicha elección, así como el cordón umbilical que debe ser cortado para separar al hijo de la madre y permitirle su vida independiente.”
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra ו Vav, la sexta letra del alefato hebreo, cuyos significados simbólicos son “hombre”, “hijo”, “enlace”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra Vav reinar sobre el pensamiento, y la ciñó una corona, y combinó una con otra, y con ellas formó a Tauro en el Universo, el mes de Iyar en el año, el riñón derecho en el cuerpo humano y la mano izquierda en el alma, masculina y femenina”. La letra Vav forma parte del Tetragrama o Nombre Divino יהוה, concretamente del Nombre más escondido: וה. El número 6 es, en efecto, número del hombre, ya que fue creado en el sexto día.


El Arcano VI presenta a tres personajes, cuatro si contamos al ángel que dispara la flecha, identificado con generalmente con Cupido. Los tres personajes, un hombre rodeado por dos mujeres, muestran vínculos emocionales indudables, subrayados por las diferentes posiciones de sus manos tocándose entre sí. La mujer a su izquierda parece querer retenerle, mientras que la de la derecha, más joven y hermosa, apela a su corazón, que toca con su mano. El hombre mira sin embargo a la mujer a su izquierda, que parece mayor que la otra, pero toca a la altura del sexo a la joven de su derecha. Lo más lógico es pensar que la mayor es su madre y la más joven su enamorada. Pero él duda y no sabe por quien decidirse, como muestran sus pies, mirando cada uno en dirección opuesta. Y en un plano superior de la escena, Eros junto a un sol que derrama sus rayos, representa el Amor que procede de la divinidad. Eros simboliza la pulsión de vida, el crecimiento y la evolución, y el Enamorado debe elegir entre éste, representado por la joven, o el regreso a lo más seguro y conocido: el amor de su madre. Si opta por este último el “hijo” no se convertirá en “hombre” y Thanatos habrá triunfado. La interpretación tradicional habla de la elección de Hércules entre el “Vicio” y la “Virtud”. En cualquier caso, lo que está muy claro es que el hombre debe elegir, y la elección supone siempre una renuncia. Hay que dejar algo atrás para poder continuar el camino.


Así como el sendero de El Emperador representa al padre, ya que parte de la sefirá de Jokmah (Dios Padre) para llegar a Tiferet, el sendero de El Enamorado, que parte de la sefiráh de Bináh (Dios Madre), representa a la madre y, por extensión, a todo lo femenino. La Cábala reconoce dos tipos de madre: la madre fértil y brillante (Aimmá) y la madre oscura y estéril (Immá). Ambos aspectos están integrados en Bináh, pues, al dar la vida, la madre también nos da la muerte. Gracias a nuestra madre venimos al mundo, y gracias a sus cuidados prosperamos. De ella aprendemos el amor incondicional, que permitirá la necesaria separación cuando llegue el momento, momento que muestra el arcano. Ningún dirigente, por poderoso que llegue a ser, tiene el poder de una madre para un hijo, pues ella nos nutre, o no, y nos desteta cuando es conveniente, o no. Nada en el mundo puede llenar el vacío que deja la falta de amor materno, y nadie puede cortar el sutil lazo de una madre castradora que no permite que su hijo se independice. Nadie, salvo uno mismo.

La nutrición es una característica de la madre, y de su importancia nadie duda, pues gracias a ella nos mantenemos vivos, sanos o enfermos. La dieta que seguimos es muy importante para conservarnos sanos, pero no olvidemos que “No solo de pan vive el hombre…”. Igual o más importante es lo que nos entra por ojos y oídos, y esto lo saben bien quienes controlan los mass media. Más que lo que comemos debemos preocuparnos de con qué nutrimos el espíritu. Los alimentos prohibidos cambian según la moda o la religión, pero Jesús dijo que “No lo que entra por la boca contamina al hombre, sino lo que de ella sale. Porque lo que sale de la boca, del corazón procede”.


El sendero VI nos reta a elegir, y la libertad es la premisa para elegir y también la consecuencia de desapegarse, de la madre en un principio y de otras muchas cosas, y personas, después. Para ello es preciso reconocer de qué modo somos manipulados, pues la manipulación nos impide decidir con libertad. Los manipuladores suelen disfrazarse de madre o de maestro. Y como reacción surge la rebeldía. El rebelde quiere saber dónde están los límites, para traspasarlos. Pero libertad no significa libertinaje. El libertinaje es des-madre. La frontera que los separa sería el respeto a la libertad del otro, lo cual requiere seguir unas reglas de convivencia para todos.

En síntesis; El Enamorado muestra una encrucijada en la que debemos de tomar una decisión: tenemos que elegir y tenemos que renunciar a aquello que no hemos elegido. La pérdida, es pues inevitable.

TIPO DE SENDERO:  De conexión entre el Espíritu y la Mente.

DIRECCION DEL SENDERO: Ascendente. (Tiferet a Bináh). Bináh actúa a modo de “agujero negro” que nos absorbe, obligándonos a renunciar al lastre que nos impide unirnos al Espíritu. El aspecto destructivo de esta renuncia se refleja en la Madre Oscura, la diosa Kali, y en todos los sacrificios sangrientos hechos a la tierra para garantizar su fecundidad.

SIGNIFICADOS: La elección. La libertad. La renuncia. La madre y por extensión todo lo femenino y Yin. La nutrición. La manipulación. La sutileza. El aspecto emocional, frente al aspecto mental, representado por el El Emperador.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: El pulmón y el oído izquierdo. El lado izquierdo del pecho. El sistema respiratorio. De perfil, los senos.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Apegos excesivos, sobre todo a la madre. Excesiva emotividad, que impide pensar con claridad. Dificultad para decidirse, pues no se quiere renunciar a nada. Rebeldía que desemboca en libertinaje. Manipulación de los demás con métodos sutiles, las clásicas “artimañas femeninas”. Rechazo de la femeneidad en las mujeres, o bien el extremo opuesto: la muñequita hiperfemenina.

PROBLEMAS DE SALUD: Problemas relacionados con la nutrición: anorexia, bulimia. Afecciones del sistema respiratorio y los pulmones. En las mujeres, cáncer de mama.



Sobre el libre albedrío

¿Somos realmente libres? Veamos lo que opinan algunos hombres ilustres:

Einstein decía que todo lo que hacemos y vivimos está sometido a la causalidad, pero reconoció que es bueno que no podamos verla.

Tagore, en una posición intermedia,  puso el ejemplo del sistema musical en la India, donde el compositor crea una pieza pero permite una elasticidad que expresa la personalidad del intérprete, quien goza de cierta libertad en la interpretación.

Schopenhauer dice que un humano puede hacer muy bien lo que quiera, pero no puede querer lo que quiere.

Para Nietszche la libertad es algo que el hombre debe conquistar.

Jesús dijo que previamente había que conocer: “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.


En la Cábala solo cuando el hombre atraviesa la barrera del Abismo puede considerarse libre. Aunque ¿Quién es el que se libera?

martes, 22 de octubre de 2013

El Sendero del Pontífice

“Colocada inicialmente en la parte superior del Arbol de la Vida, la abertura de la he al Cielo de Kether fue el orificio por el que penetró la primera manifestación energética del Ayin Sof, el primer soplo del Creador. Pero una vez iniciada la creación, debía abrirse a la Fuerza del Conservador, que llega al Arbol desde el campo exterior derecho, entre Jokmah y Jesed. Habiendo ocupado un papel tan importante, no se toma a sí misma demasiado en serio en su nuevo cargo; por eso, su asociación con la solemnidad del Pontífice en el Arcano V la hace estallar de vez en cuando en alegres risas”.
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra ה He, la quinta letra del alefato hebreo, cuyos significados simbólicos son “apertura”, “espíritu”, “lo femenino”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra He reinar sobre el habla, y la ciñó una corona, y combinó una con otra, y con ellas formó a Aries en el Universo, el mes de Nissan en el año, el pié derecho en el cuerpo humano y el hígado en el alma, masculina y femenina”. La letra He forma parte del Tetragrama o Nombre Divino יהוה, y aparece dos veces en él, asociándose la primera He a Bináh, la Madre Divina, y la segunda He, que forma parte del Nombre más oculto ( וה ), se asocia a Malkut, y consecuentemente a la Shekináh.


El sendero V une las sefirot de Jokmáh y Jesed, en la parte superior del Pilar Derecho del Arbol de la Vida, y el arcano que le corresponde es El Pontífice o El Papa. El naipe nos muestra al Pontífice con los atributos del Papa católico: el báculo con la cruz de tres niveles recuerda a las 3 Vigas del Arbol de la Vida, mientras que la tiara muestra 4 partes que se corresponden a los 4 Niveles de la Manifestación, que se corresponden a los planos físico, emocional, mental y espiritual. En la mano enguatada lleva una cruz patada, símbolo que adoptarían los caballeros templarios y teutónicos, y que nos sugiere un contenido esotérico en sus enseñanzas. Los dos discípulos que reciben la bendición muestran caracteres complementarios: cada tonsura gira en una dirección, indicando seguramente las dos vías de conocimiento: la llamada “vía seca”, representada por el de la izquierda, es a través del esfuerzo y el estudio de muchos años. La “vía húmeda”, por el contrario, es la de la recepción inmediata, la de la revelación, representada por el discípulo de la izquierda, que “recibe” el conocimiento directamente como muestra el baculo sobre su cabeza, y a éste propósito recordamos que Cábala o Kabbaláh significa “recepción”. 



Con La Sacerdotisa, El Pontífice es el otro arcano religioso del Tarot. Ambos representan el “ánimus” y el “ánima” (Jung enseña que el ánima representa el lado femenino de la psiquis del varón; y el ánimus es la parte masculina de la psiquis femenina.). Aníma es el alma, mientras que ánimo es el estado energético de una persona (recordemos que el sendero V parte de Jokmáh, la sefirá de la energía). Sabemos que religión viene del latín: “re” (reiteración) “ligare” (atar, ligar), lo que vendría a significar “ligar de nuevo” o “volver a ligar”. Esto nos sugiere el significado de volver a unir –al hombre con Dios-, y la reiteración indica que la conexión se ha perdido y es preciso restablecerla. Por otro lado,  pontífice es el “hacedor de puentes” (“pons”: puente, “ifice”: constructor), y sin duda la metáfora es similar a la anterior: construir un puente que una lo de arriba con lo de abajo, el cielo con la tierra, al hombre con Dios. El cómo establecer ese puente, esa conexión, ha llevado a la creación de todas las religiones instituídas, afirmando la necesidad de un “intermediario” en el caso de las religiones exotéricas (exotérico: común, accesible para el vulgo). El sacerdote, el chamán, es el que posibilita la conexión mediante el ritual. Sin embargo, es al significado esotérico (oculto, accesible a los iniciados) al que apunta este arcano de El Pontífice. Y la transmisión del conocimiento es en este caso oral, de maestro a discípulo. Sea cual sea el origen del maestro, la enseñanza es siempre la misma: no es posible conectar con la divinidad desde nuestro ego, desde nuestra mente condicionada de adulto. Jesús lo expresa perfectamente al afirmar que “Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. Y desde otra tradición tan distante como el vedanta hinduista, se recomienda lo mismo: “Mi gurú me dijo: “Ese niño que incluso ahora tú eres, es tu ser real. Vuelve a ese estado puro, donde el “yo soy” está tranquilo en su pureza, antes de contaminarse con el “yo soy esto” o “yo soy aquello”. Nisargadatta Maharaj (Yo Soy Eso). Un niño ve el mundo directamente, sin prejuicios ni condicionamientos. Es muy curioso y pregunta constantemente, pues todo es nuevo para él. Es espontáneo, no conoce la vergüenza. Es auténtico, no finge. Y ama jugar. Las risas de los niños mientras juegan son el lenguaje más universal, y ciertamente, ellos no necesitan hablar el mismo idioma para comunicarse, porque lo que les une es mucho más que lo que los separa: la alegría de ser. 

El puente que El Pontífice tiende a través del Abismo  pasa por recuperar a nuestro niño interior. Y un niño juega, se divierte. Podemos cultivar en el ocio todo aquello que representan nuestros talentos y que no podemos realizar en el trabajo. Esto nos mantendrá animados, alegres e incluso entusiasmados. Precisamente la etimología de la palabra entusiasmo es iluminadora: en-theós: “sentirse poseído por un dios”. Y ante este “Lila” o juego cósmico del que formamos parte, nos guste o no, lo más inteligente es tomarlo con humor, y reírse hasta (y sobre todo) de la propia sombra.

TIPO DE SENDERO:  De influjo del espíritu sobre la Individualidad.

DIRECCION DEL SENDERO: Ascendente. (Jesed a Jokmáh). La conexión se establece desde abajo, pues lo superior siempre está conectado. El ritual, que no es sino una especie de juego, ayuda a este propósito.

SIGNIFICADOS: Autosatisfacción en la motivación. Lo lúdico. El niño. El juego. La alegría, el ánimo, el entusiasmo. El por qué de las cosas. La risa. La diversión. El placer de vivir. La ilusión.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: La mano y el brazo derecho (de frente). Los omóplatos, las cervicales, los oídos (de perfil).

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Irresponsabilidad. Inmadurez. Excesos y vicios (glotonería, alcoholismo, drogadicción…), a los que se llega cuando falla el ánimo y se siente “vacío”. Tendencia a idealizar y peligro de ser manipulado por “maestros” sin escrúpulos. Decepción, al comprobar que el objeto idealizado no responde a sus expectativas. Desánimo. Ciclotimia (ciclos alternativos de euforia-depresión). En ocasiones se rechaza todo lo que representa este arcano y se tiende a llevar una vida de trabajo excesivo, sin diversión ni alegría.

PROBLEMAS DE SALUD: La ciclotimia puede ser severa y derivar en trastorno bipolar. Achaques e incluso enfermedades graves debidas a los excesos y adicciones. Problemas en la mano, brazo y hombro derecho, en  las cervicales o en los oídos. A veces, falta de desarrollo de los genitales (infantilismo).


En Tiempos Modernos, Charlot planta cara a la deshumanizada sociedad industrial con un arma infalible: la risa. Charlie Chaplin, como muchos otros hombres y mujeres que han sabido subir nuestro ánimo haciéndonos reir, representan lo mejor de este arcano. ¿Quién no recuerda a Woody Allen en Hanna y sus hermanas desistiendo de suicidarse tras entrar en un cine y ver a una película de los Hermanos Marx?


jueves, 26 de septiembre de 2013

El Sendero del Emperador

"Por la puerta que es la letra Dálet el universo entró en la manifestación, tal como está escrito en el Evangelio de San Juan: «En el Principio era el Verbo (דבר , dabar), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios». Dálet ocupaba el sendero que une Bináh con Guevuráh, que es el que establece las relaciones transpersonales. Después la letra se retrajo, ya que no era necesaria como puerta exterior, y sí en el interior, para permitir a todos los seres volver al Origen, al Reino de los Cielos, que, como dijo Jesús el Nazareno, está dentro de cada uno de nosotros. Por eso pasó a unir Jokmáh, que representa al Padre, con Tiferet, que es el Hijo. Y como la conservación requiere tino y medida, se ha asociado la letra al arcano IV, El Emperador, que representa el orden y la disciplina, especialmente a nivel interno”.
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)



La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra ד Dálet, la cuarta letra del alefato hebreo, cuyos significados simbólicos son “puerta”, “palabra”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “El hizo a la letra Dálet reinar sobre la semilla, y la ciñó una corona, y combinó una con otra, y con ellas formó a el Sol en el Universo, el Martes en el año, el orificio derecho de la nariz en el alma, masculina y femenina”.

Dálet se asocia al arcano IV del Tarot: El Emperador. Este sendero une las sefirot de Jokmáh y Tiferet, Dios Padre y su Hijo. Sin embargo, la Cábala afirma que “tú no tienes padre, ni madre, ni hijo, ni hija, ni esposo, ni esposa, ni hermano, ni hermana, porque tu eres tu propio padre, tu propia madre, tu propio hijo, tu propia hija”. Esta afirmación está en perfecta concordancia con las palabras de Jesús de Nazaret: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a sus padres, a su mujer e hijos, incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío". La exigencia de desapegarse, incluso de los vínculos más íntimos, concuerda con otra cita del Evangelio de Mateo: “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella”. El sendero nos habla de aquél que se ha conquistado a sí mismo, mediante un camino de disciplina interior, no exento de sufrimiento. Es el arquetipo del Caballero, del Héroe.

El arcano muestra a un hombre que, paralelamente a La Emperatriz, tiene los atributos de poder: el cetro y la corona. También exhibe un águila en su escudo, lo que subraya el aspecto mental predominante en este arcano, ya que el águila reina en el elemento aire. A diferencia de La Emperatriz, bien asentada en su trono, El Emperador parece apenas apoyado, como si estuviera presto a una acción inmediata. Sin embargo, está cómodo y relajado en su posición de autoridad, como delatan sus piernas cruzadas. La barba es un símbolo de autoridad en muchas culturas, pero también de sabiduría ( Jokmáh ). La figura nos habla de autoridad, de dominio, y al estar ausente la crispación y envaramiento que acompaña con frecuencia a las figuras de poder, nos deja claro que El Emperador se siente seguro en su posición, porque está legitimado por una autoridad superior, a la que rinde obediencia y cuya sabiduría reconoce.
El número 4, propio del cuadrado, indica estabilidad, solidez: las 4 patas de una mesa, las 4 paredes de una estancia… el 4 organiza el espacio físico, e incluso cósmico: a las 3 dimensiones espaciales se les une una cuarta dimensión: el tiempo. Por otra parte el 4 es el número de la materia: los 4 elementos, representados en la sefirá de MalKut, el nivel del mundo físico, el último de los 4 Niveles de Manifestación, los 4 puntos cardinales, etc.  El 4 nos habla de una construcción sólida y estable, y que obedece a un orden y sigue unas leyes. Ley y orden requieren disciplina y una dirección firme, y este arcano las representa a la perfección.

Por otra parte, este es el sendero del padre. La figura del padre, en general, y en particular la de nuestro propio padre. El padre representa la dirección y la protección, y su papel, mejor o peor representado, es clave en la evolución de nuestra personalidad. Por otro lado, remite a la figura patriarcal de Dios, concebido como Padre, y es a esa sefirá: Jokmáh, Dios Padre, a la que se dirige este sendero. Por extensión, El Emperador hace referencia a todo lo masculino y es predominantemente mental, sobre todo asociado a tareas intelectuales que requieren estructurar la información, encajando cada concepto en su lugar apropiado.


TIPO DE SENDERO:  De enlace entre el Espíritu y la Mente.

DIRECCION DEL SENDERO: Alternativa, o como padre (Jokmáh a Tiferet) o como hijo (Tiferet a Jokmáh), pues no se puede ser padre e hijo del mismo ser.

SIGNIFICADOS: Lo masculino. La autoridad. El padre. La estabilidad. El orden. La dirección. La disciplina.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: Las vértebras dorsales (de perfil). El lado derecho del pecho, el pulmón derecho, el seno derecho (de frente).

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Por exceso: rigidez y perfeccionismo excesivos, hasta el punto de no ver nunca cuando rematar una tarea. Afán compulsivo de limpieza. Autodisciplina excesiva, persiguiendo una imagen ideal a la que adaptarse, física (dietas muy restrictivas) o mental (exceso de estudio, el “empollón”). Machismo y autoritarismo. Por defecto: Falta de constancia y de disciplina para acometer y terminar las tareas. Desorden. Suciedad. Rebeldía contra cualquier autoridad. En general, problemas de relación con el padre, al que se idolatra o desprecia. Relaciones de sometedores y sometidos.

PROBLEMAS DE SALUD: La falta de flexibilidad puede derivar en trastornos de la columna vertebral y de las articulaciones: artrosis, artritis, contracturas, pinzamientos.



El arquetipo del Héroe, como eficaz paladín en la defensa de la justicia, tiene un momento cumbre al ser nombrado caballero. El futuro caballero se arrodilla ante una Autoridad más alta, de la que el hombre o mujer solo son representantes. En el film “Excalibur” (John Boorman 1981), Merlín, ante el rey Arturo y todos los caballeros de la Tabla Redonda, pregunta cuál es la principal virtud de un caballero. “El valor”, contesta uno. “La lealtad”, dice otro, y así citan otras cualidades como la fuerza, la disciplina etc. Pero Merlín niega con la cabeza y por fin afirma: “La principal virtud de un caballero es la Verdad, porque cuando un hombre miente, algo se rompe en el mundo”. ¿Qué si nó la Espada de la Verdad representa Excalibur?.













martes, 27 de agosto de 2013

El sendero de La Emperatriz

“Al cambiar de posición, la guímel dejó la parte superior del Pilar de la Misericordia y fue a ocupar el sendero que une a Jokmáh y Bináh, al Padre Cósmico y la Madre Cósmica, lo que hizo posible que la revelación se manifestase, pues así quedaban unidos Espacio y Tiempo, Energía y Forma . . . Por eso, este sendero simboliza ahora la Síntesis, la Gran Magia Blanca y la unión de los polos opuestos.”
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


La letra hebrea que corresponde al sendero es la letra ג  guímel, la tercera letra del alefato hebreo, cuyos significados simbólicos son “revelación”, “retribución”, “camello”. El Sefer Yetziráh dice de ella: “Él hizo la letra Guímel reinar sobre la riqueza, y la ciñó una corona, y combinó una con otra, y con ellas formó Marte en el Universo, el lunes en el año y el oído derecho en el alma, masculina y femenina”.

Guímel se asocia al arcano III del Tarot: La Emperatriz. Este sendero une las sefirot de Jokmáh y Bináh, Dios Padre y Dios Madre. Esta unión de Sabiduría e Inteligencia tiene un fruto: el Conocimiento (Daat). Conocer tiene en la Cábala un profundo significado sexual, en el sentido de unión sagrada de dos principios opuestos. Por ello este sendero se asocia a la Gran Magia Blanca, ya que tal y como afirmaba Pico de la Mirandola: Hacer magia no es otra cosa que casar mundos, ya que todo secreto radica en la unión de los contrarios”.


El arcano muestra a una mujer en su plenitud, sentada en un trono y ciñendo una corona. Mira de frente con los ojos bien abiertos, y sujeta un cetro con un orbe, representando su dominio sobre el mundo, y un escudo en el que figura un águila. El águila es animal de alturas y reina en el elemento aire, siempre asociado al mundo mental superior. La visión de este arcano es una visión desde muy arriba, desde la llamada Viga de la Espiritualidad, la última de las tres vigas o senderos horizontales del Arbol de la Vida. Este sendero cierra la Triada Divina o Gran Rostro, correspondiente al Mundo de Atziluth, o Nivel de Emanación. También conocida como Triada de las Raíces, ya que las raíces del Arbol están en el Mundo Superior, así como las nuestras propias, pues nuestra filiación es divina.

El valor del número 3 nos habla de generación: la unión de los dos polos opuestos da un fruto. Sin esta unión no sería posible la creación. El poder del 3 se encuentra en cualquier proceso dinámico. Hegel hablaba de tesis, antítesis y síntesis. La neurología afirma que nuestro cerebro recuerda las cosas de manera más fácil cuando vienen en grupos de 3. De ahí todas las triadas sagradas y profanas: el  Cristianismo y su Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, excluye el aspecto femenino de la divinidad, lugar que toma la Virgen María, humana y divina a la vez, virgen y madre simultáneamente. El Hinduísmo con su Trimurti nos habla de 3 procesos cósmicos que constituyen el devenir: Creación (Brahma), Conservación (Visnu) y Destrucción (Shiva). Cada uno de estos dioses tiene dos aspectos, masculino y femenino. También encontramos en el hinduismo la triada que define la consecución de la trascendencia: Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza). Siempre el 3, como su figura derivada: el triángulo, nos dan la idea de algo completo. Si miramos con atención a La Emperatriz, veremos que tiene un pequeño triángulo en el pecho. El triángulo equilátero representa a la Divinidad, y su proyección en 3 dimensiones origina una de las figuras más utilizadas por diferentes culturas: la pirámide.


En el Arbol de la Vida está representada esta ley del tres por los Tres Pilares o Columnas, y por las llamadas 3 Vigas o senderos horizontales del Arbol. De abajo arriba tendríamos:

Viga de la Personalidad: Une las sefirot de Hod (mente concreta) y Netzaj (emociones). La personalidad es fruto de un aprendizaje obtenido a través de las diversas experiencias y filtrado por nuestro contenido mental-emocional.

Viga de la Individualidad: Une las sefirot de Jesed (amor, expansión) y Guevuráh (rigor, restricción). Aquí hacemos un análisis de las experiencias vividas, tomando de ellas lo que consideramos positivo y rechazando lo negativo. Es pues un trabajo de discernimiento que nos ayuda a evolucionar hacia nuestro Yo Superior.

Viga de la Espiritualidad: Une las sefirot de Jokmáh y Bináh (sabiduría, inteligencia). El peldaño más alto de la escalera representa la síntesis de todo lo anterior para quedarnos con lo esencial, con aquello que realmente hemos aprehendido a través de las experiencias y su posterior análisis. Dicha síntesis requiere la unión de elementos aparentemente opuestos para lograr un tercero que incluye lo esencial de cada uno de ellos. Un ejemplo de síntesis es la metáfora de vida con la que nos movemos y que condiciona nuestra imagen del mundo y de nosotros mismos. Es frecuente ver la vida como lucha y el mundo como una jungla donde solo sobrevive el más fuerte. En el extremo opuesto está la visión de la vida como un juego, en el que los obstáculos representan retos a superar y la meta es el logro de aquello que más apreciamos. 


Si la Sacerdotisa representa la intuición, el aspecto mental de este sendero nos habla de pensamiento abstracto y capacidad lógica, imprescindibles para lograr la síntesis, cuya más alta consecución sería la perfecta integración de los dos hemisferios cerebrales, representados por Jokmáh y Bináh. Al unir ambas esferas: Dios Padre y Dios Madre, representa la pareja y, por extensión, la familia, todo lo que traemos de positivo o negativo de nuestros ancestros, la herencia genética y cultural. Es responsabilidad nuestra mejorar dicha herencia a fin de que nuestros descendientes puedan obtener lo mejor de su genealogía, en vez de perpetuar patrones insanos generación tras generación. Y solo podemos hacer esto reconciliándonos con nuestros propios padres. De ahí el mandamiento bíblico: “Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra, que el Eterno, tu Dios, te da” (Exódo 20:12).

TIPO DE SENDERO:  Estructural del espíritu.

DIRECCION DEL SENDERO: Al representar la unión del Padre y la Madre Cósmicos, unión que está sucediendo constantemente en un presente eterno, unión de Energía y Forma que da lugar a toda la creación, el sendero presenta ambas direcciones simultáneamente.

 SIGNIFICADOS: Unión de polos opuestos. Capacidad de síntesis. Inteligencia abstracta. La esencia de la vida. La pareja y la relación entre los padres. La Magia Blanca.

CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: Los dos hemisferios cerebrales. Los ojos y oídos.

PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Por exceso, una mente hiperactiva, que no descansa: “mente parlante”, lo que da lugar a nerviosismo y estrés, y en último término a un bloqueo mental. Por defecto, sobre todo si hay una gran intuición, puede dar lugar a esquizofrenia, pues la falta de pensamiento lógico no permite integrar el flujo de información que llega desde el sendero 2. Problemas de salud como migrañas, insomnio, parálisis cerebral y problemas de vista y oídos.


La perfecta combinación de los dos hemisferios cerebrales fue el secreto de la genialidad de Albert Einstein.  Su famosa frase : “La imaginación es más importante que el conocimiento”. “No se resuelven problemas con  el mismo  pensamiento que los creó”, indica claramente que es el hemisferio derecho, el imaginativo, el que tiene la llave de comienzo de la creación de algo nuevo. De hecho, su teoría de la relatividad comenzó con una visión de sí mismo viajando en la punta de un rayo de luz. El afirmaba que no descubrió nada con su hemisferio racional, el izquierdo, si bién sin éste no podría haber dado forma a su genial intuición.