“El aire es el elemento de la
álef, y sin él no es posible la combustión; por eso, la letra dejó el puesto
que se le había asignado en un principio en la viga horizontal central y subió
a lo más alto del Arbol de la Vida, situándose a la izquierda para unir Kether
y Bináh, puesto que el aliento es una relación, del interior con el exterior,
del pasado con el futuro. La álef, situada en su nuevo lugar, se relacionaría
con el Arcano I, El Mago, que mueve sus artes sin descanso, pues, si se
detiene, el fuego se apaga por falta de aire”.
Séfer Ha Neshamá (Jaime Villarrubia, Carmen Haut, Dulce Mª Millera)


Y en esta oposición, si El Loco simboliza la no-acción, la quietud, El Mago inicia la acción. Para ello cuenta con
recursos representados por la mesa y su contenido. La varita azul que sujeta en
su mano izquierda trata de captar la fuerza cósmica, mientras que en la mano
derecha sostiene uno de los elementos a su disposición, en este caso una moneda
de oro, mostrando la importancia de la consecución material. Los zapatos de
color amarillo subrayan esta disposición: su inteligencia “toca tierra”. El nombre del arcano: Le Bateleur, significa “el que lleva el bastón”, un símbolo de la
voluntad de acción. También puede asociarse
al Caduceo de Hermes con sus dos
serpientes que representan las energías masculina y femenina. El Mago integra
ambas, pues es en realidad un ser andrógino. En la mesa dispone de los 4
elementos –copas, oros, espadas, varas, disponibles para crear algo nuevo. El
sombrero recuerda al símbolo del infinito, del que parte este sendero.
Si la energía pura, la sabiduría de Jokmáh se asocia al El Loco, la forma definida por la inteligencia de Bináh se asocia al El Mago. La creatividad que se gesta en la matriz cósmica de Bináh es iniciada desde este sendero. El Mago es pues el iniciador y también el Iniciado, aquél que, por estar situado en un nivel superior, puede ver más alto y más lejos, y por ello ir delante de los demás, ser un adelantado a su tiempo. La “magia” de este arcano consiste en “co-crear” la realidad. Si se mantiene íntegro, fiel a sí mismo, acogiendo la energía espiritual que baja de Kether, su voluntad de acción no entrará en conflicto con la voluntad divina, sino que será una expresión humanizada de ésta. Como Iniciado, podrá actuar de guía para otros, y sus creaciones serán provechosas para la humanidad. Las innovaciones geniales se asocian con este sendero. La creatividad, necesaria para su materialización, requiere una capacidad de hacer las cosas “a su modo”, rompiendo esquemas establecidos, sin importar lo que otros digan. El impulso del Mago sale de su interior, no actúa para complacer a otros, simplemente pone en juego sus talentos en beneficio de todos, también, claro está, de sí mismo, pues no está separado de los demás. Pero si el Mago se mueve desde el ego, si solo ambiciona brillar, si contrapone su voluntad a la voluntad divina, se convierte en un simple prestidigitador, alguien que engaña y se engaña a sí mismo, llegando al extremo de convertirse en un mago negro.
Si la energía pura, la sabiduría de Jokmáh se asocia al El Loco, la forma definida por la inteligencia de Bináh se asocia al El Mago. La creatividad que se gesta en la matriz cósmica de Bináh es iniciada desde este sendero. El Mago es pues el iniciador y también el Iniciado, aquél que, por estar situado en un nivel superior, puede ver más alto y más lejos, y por ello ir delante de los demás, ser un adelantado a su tiempo. La “magia” de este arcano consiste en “co-crear” la realidad. Si se mantiene íntegro, fiel a sí mismo, acogiendo la energía espiritual que baja de Kether, su voluntad de acción no entrará en conflicto con la voluntad divina, sino que será una expresión humanizada de ésta. Como Iniciado, podrá actuar de guía para otros, y sus creaciones serán provechosas para la humanidad. Las innovaciones geniales se asocian con este sendero. La creatividad, necesaria para su materialización, requiere una capacidad de hacer las cosas “a su modo”, rompiendo esquemas establecidos, sin importar lo que otros digan. El impulso del Mago sale de su interior, no actúa para complacer a otros, simplemente pone en juego sus talentos en beneficio de todos, también, claro está, de sí mismo, pues no está separado de los demás. Pero si el Mago se mueve desde el ego, si solo ambiciona brillar, si contrapone su voluntad a la voluntad divina, se convierte en un simple prestidigitador, alguien que engaña y se engaña a sí mismo, llegando al extremo de convertirse en un mago negro.
TIPO DE SENDERO: Estructural del Espíritu.
DIRECCION DEL SENDERO: El sendero es de dirección alternativa: o bien
descendente o bien ascendente; es decir: o es la voluntad de Dios –dirección
descendente- o es la propia –dirección ascendente, ya que al simbolizar la
voluntad solo permite que actúe en una dirección única. Esta característica
propia del sendero nos recuerda la cita del evangelio de San Mateo: “Nadie puede servir a dos señores…”
SIGNIFICADOS: Voluntad. Iniciativa.
Creatividad. Impulso para iniciar las cosas. Frente al Sendero de El Loco, que es un sendero pasivo, El
Mago representa el poder de la acción.
CORRESPONDENCIAS EN EL SER HUMANO: El hemisferio cerebral izquierdo, que es el hemisferio
lógico; procesa la información analítica y secuencialmente, lo cual requiere un
factor temporal (el tiempo aparece en Bináh) y una distinción de los
diferentes elementos que integran un todo (análisis). Es el responsable de la
expresión verbal y numérica, siendo estas funciones las que suelen medirse en
los test de inteligencia y las que predominan en la cultura occidental. Además,
el ojo y oído izquierdos. De perfil: los ojos, la frente y la garganta.
PROBLEMAS SI ESTA BLOQUEADO: Agresividad
cuando la voluntad encuentra obstáculos, o bien cuando no es posible
desarrollar la creatividad propia del sendero. Impaciencia, derivada del deseo
de actuar cuanto antes. Impulsividad e incluso hiperactividad. También, por
defecto, pereza o dispersión. El bloqueo extremo puede dar lugar a enfermedades
como hemicráneas, hemiplejías, frecuentes jaquecas o problemas de oídos y
oculares.
Un ejemplo de este sendero lo encontramos en Leonardo da Vinci, el genio más
universal del Renacimiento y, quizás, de todos los tiempos. Su asombrosa
creatividad produjo obras de ingeniería que se adelantaban siglos enteros a su
época. Así, a los ojos de sus coetáneos fue una especie de mago, y a la luz de
la Gnosis Leonardo es sin duda un
gran iniciado y profundo conocedor de la naturaleza humana, plasmando de modo
genial el conocimiento oculto en la enigmática sonrisa de la Monalisa.