“Cuando el dedo señala la
luna, el imbécil mira el dedo”
(Proverbio chino)
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Patanjali |
YOGA es una palabra sánscrita que
significa literalmente: unir, juntar, soldar, y está tomada de la
raíz sánscrita yuj, unión. Metafísicamente alude a la unión de Purusha
y Prakriti, Esencia y Sustancia, o Espíritu y Materia, los dos polos,
activo y pasivo de la manifestación, y referido en el hombre a la unión de Atman
(el Sí Mismo) y Brahman (el Absoluto), o alma espiritual y Realidad
Suprema. El Vedanta Advaita afirma la unidad básica entre ambos, unidad
que no experimentamos en el estado de dualidad en el que opera nuestra mente.
Es por ello que Patanjali define el Yoga cómo “la cesación de las fluctuaciones de la mente”. Cuando cesa la
agitación de la mente (pensamientos, emociones y sensaciones fluctuantes) surge
el estado real del YOGA. Entonces QUIEN VE queda establecido en su Naturaleza Original.
En primer lugar destacaremos la tradición oral
tanto en el Yoga como en la Cábala, tradición que subraya la necesidad de un
maestro, gurú o rabbí. La palabra Upanishads (uno de los textos más importantes del yoga) significa precisamente “sentarse junto a” en
alusión al maestro y los discípulos. La devoción al maestro, la total entrega a
su enseñanza, son comunes a ambas tradiciones, pues el maestro no es ya un
hombre cualquiera, ha trascendido su condición individual, y se ha se ha liberado de toda atadura, ha descubierto
por fin quién es realmente, y esto
nos lleva a la cuestión principal:
¿Qué es la Realidad Ultima?
En los Yoga Sutras se afirma que lo Real se halla
más allá del tiempo, del espacio y de la causa, por lo que será constante,
siempre idéntico a sí mismo, no determinado, infinito. Se le dá el nombre de Brahman (no confundir con
Brahma), por encima del sujeto y del objeto, fuente de la Existencia,
Inteligencia y Dicha (Sat, Chit, Ananda), más allá de toda descripción. Brahman es no-dual, uno sin segundo,
y puede distringuirse un Brahman Nirguna (sin manifestación), y un Brahman
Saguna, manifestado, al que se conoce como Ishvara. Ishvara se
manifiesta como el Creador (Brahma), el Preservador (Vishnu) y el
Destructor (Shiva) del universo.
En la Cábala este Infinito es llamado En Sof,
o Ain Sof (sin límites). “Llamamos Infinito a lo que nadie comprenderá
jamás, a lo que no tendrá fin porque nunca tuvo principio” (Zohar).
“Debes saber
que todo lo que es visible y todo lo que pueda ser captado por medio de la
capacidad del corazón humano es limitado, y todo lo que es limitado tiene un
fin, y todo lo que tiene un fin carece de valor. Partiendo de esta
constatación, lo que no es limitado debe llamarse Infinito –En-Sof- y que es indiferenciación
absoluta en la unidad perfecta sin alteraciones. Si algo es infinito, nada
existe que sea exterior” (El Bahir). El En Sof es la fuente de
toda existencia, el uno sin segundo, Si preguntamos ¿Qué es? la respuesta es Nada,
Ayin (אין) puesto que nada puede decirse sobre ello, está
más allá de toda comprensión. El En Sof es el origen de las Sefirot, como emanaciones de su manifestación.
Para acercarse a la comprensión de esta Realidad Ultima el Vedanta Advaita tiene un método conocido como neti neti (ni esto, ni aquello), método que parte de la base de que el conocimiento racional del Absoluto es totalmente imposible, pues el propio conocimiento como tal requiere de un conocedor, el sujeto, y un objeto que se pretende conocer, en este caso Brahman, pero cómo éste no es precisamente un objeto, no es posible definirlo con atributos, y por ello la negación de todo aquello que no es puede llevarnos a lo único que no es posible negar: el Ser.
Por su parte la Cábala tiene una vía similar, la llamada vía del no, vía que por medio de la negación despoja a Dios de todos sus atributos: “El En Sof no está diferenciado por nada, y todo se une en su indiferenciación, pues en su seno todo es indiferenciado” (El Bahir).

Para acercarse a la comprensión de esta Realidad Ultima el Vedanta Advaita tiene un método conocido como neti neti (ni esto, ni aquello), método que parte de la base de que el conocimiento racional del Absoluto es totalmente imposible, pues el propio conocimiento como tal requiere de un conocedor, el sujeto, y un objeto que se pretende conocer, en este caso Brahman, pero cómo éste no es precisamente un objeto, no es posible definirlo con atributos, y por ello la negación de todo aquello que no es puede llevarnos a lo único que no es posible negar: el Ser.
Por su parte la Cábala tiene una vía similar, la llamada vía del no, vía que por medio de la negación despoja a Dios de todos sus atributos: “El En Sof no está diferenciado por nada, y todo se une en su indiferenciación, pues en su seno todo es indiferenciado” (El Bahir).
La Realidad Ultima es pues para ambos, Yoga y Cábala, NO DUAL, más allá del tiempo
y del espacio, y, en origen, SIN
MANIFESTACION, y se conoce como Brahman Nirguna en el Yoga, y En Sof en la Cábala. Cuando en este
estado original surge la consciencia: el pensamiento “Yo Soy”, entonces
el Noumeno se refleja especularmente en el universo fenoménico.
Para verse a Sí Mismo el Noumeno se objetiviza en fenómeno, y surge
la primera dualidad básica: la polaridad de lo activo (Purusha) y de lo pasivo (Prakriti).
Asímismo para que los fenómenos puedan desarrollarse surgen el espacio y el
tiempo. En la Cábala, En Sof se
manifiesta como El Uno en la primera sefirá, Kether, con el pensamiento “Yo soy el que soy” (Ehié aser
ehié), y la polaridad básica de lo activo y pasivo, espacio y tiempo,
masculino y femenino, en las sefirot de Jokmáh y Bináh respectivamente.
Bhakti Yoga y Cábala Extática
El Bhakti Yoga es una de las vías del Yoga, junto con el Karma Yoga (vía de la acción) y el Jñana Yoga (vía del conocimiento)
descritas en el Bhagavad Gita. Bhakti
significa devoción, y proviene de la raiz verbal “participar, tomar
parte”: El yogui toma parte en literalmente la Divinidad por medio de la
rendición, la devoción, el servicio, el culto, y por último es involucrado en
la unión mística con la Divinidad. La práctica más habitual es la recitación de
mantras, frases, palabras o sílabas
sagradas que se utilizan como medio para entrar en un estado de conciencia que
permita el silencio mental necesario para la recepción de la experiencia
transcendente. El principio de un mantra es el concepto básico de que el sonido
es vibración, y toda vibración a su vez genera energía y por lo tanto tiene la
habilidad de generar cambio en el campo donde se introduce. Se cree que los
mantras se originaron en tradiciones védicas, en las que las palabras han sido
consideradas como poderes creadores o destructores.
Bhakti Yoga y Cábala Extática
"El que
Me percibe en todas partes y todo lo percibe en Mí no puede nunca perderme a
Mí,
ni el puede perderse para Mí"
ni el puede perderse para Mí"
Bhagavad Gita
La unión mística con la Divinidad es la meta de muchas tradiciones
espirituales, desde la escuela pitagórica hasta el sufismo. Para alcanzarla, el
Yoga y la Cábala presentan métodos que utilizan predominantemente el sonido de fonemas
o palabras sagradas.
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Krishna conduce el carro de Arjuna |
La Cábala Extática, difundida por el cabalista sefardí Abraham Abulafia, aspira en su práctica
al debekut דבקות o unión con Dios, finalidad de toda experiencia mística.
Abulafia propone una técnica de meditación que incluye combinaciones con las
letras del alefato y vocalizaciones de
dichas letras, acompañadas de determinados movimientos e incluso respiraciones,
que algunos asocian a las técnicas del pranayama yóguico: “Cuando
empieces a pronunciar la letra, empieza a mover la cabeza y el corazón: el
corazón, mediante el intelecto, porque es un órgano interno, y la cabeza, por
sí misma, pues es un órgano externo…”. Los mantras son en este caso las
propias letras hebreas, cuyo carácter sagrado se fundamenta en que mediante
ellas todo el universo fue creado (SeferYetziráh). Otra modalidad sería la recitación de nombres divinos,
recitación que se acompaña de determinados movimientos. La recitación del
nombre divino es también utilizado por los devotos de Rama (encarnación de Vishnu
y héroe del Ramayana) para el mismo fin.Y hablando de mantras, el mantra por excelencia evoca la vibración
primigenia que da origen al universo: el OM.
El sonido de la Creación
El sonido de la Creación
“En el
Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”
(Juan 1:1)
OM es la vibración cósmica que da origen al universo, la sílaba
sagrada, la expresión directa de Brahman.
Sus tres letras (A-U-M) se identifican con la Creación (Brahma), la Preservación (Visnu)
y la Destrucción (Shiva), la
Trimurti que representa el devenir continuo de toda la manifestación,
manifestación que llegará a su fin en el Pralaya
(disolución), cesando la vibración y retornando al Silencio Infinito.
“El Unico Infinito hizo vibrar una parte de Sí Mismo transformándola
en dos, y después en muchas más, hasta que la vibración cósmica originó las
estrellas, las galaxias, los planetas, las flores, los árboles y el cuerpo
humano” (La esencia de la autorrealización. Paramahansa Yogananda)

AUM forma parte de la designación divina de Brahman, SAT TAT AUM, las tres palabras inspiradoras del alma: SAT (Realidad, Verdad), TAT (“Eso”, el Eterno Sin Nombre) AUM (Vibración Creadora)

AUM forma parte de la designación divina de Brahman, SAT TAT AUM, las tres palabras inspiradoras del alma: SAT (Realidad, Verdad), TAT (“Eso”, el Eterno Sin Nombre) AUM (Vibración Creadora)
El OM se identifica con la Madre Divina, ya que representa el aspecto
femenino de Dios, su manifestación como Universo. Para el cristianismo sería el
Espíritu Santo. Para la Cábala es la Shekináh.
En el Arbol de la Vida las palabras sagradas se corresponderían con:
TAT Kuthastha Chaitanya o Conciencia Crística Sefirá de Tiferet
AUM Vibración cósmica, Shekináh Sefirá de Malkut
La Cábala enseña que el Verbo existía antes de la Creación en forma de
Pensamiento. Solo cuando el Pensamiento hubo concebido la Luz, ésta pudo ser
expresada y creada por el Verbo. Vemos por consiguiente que tanto para el Yoga
como para la Cábala la expresión directa del Absoluto (Brahman, En Sof) es una
vibración sonora que da origen al Universo.
La Ciencia ha encontrado en efecto una radiación cósmica de fondo como eco
del Big Bang, radiación que emite un sonido
que incluso ha sido recreado a
partir de las longitudes de onda de dicha radiación. (https://soundcloud.com/uwnews/bigbangsound100)
El Bindu y el Punto Supremo
La manifestación se representa por un punto llamado bindu (punto).
Bindu es la fuente de la creación, es la semilla cósmica desde donde todas las
cosas se manifiestan y desarrollan, es el núcleo de energía concentrada, el
germen del sonido último, y representa los aspectos dinámicos y estáticos de lo
masculino y lo femenino (Shiva y Shakti), unidos en Uno. Contiene
todas las potencialidades del devenir.
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Sri Yantra |
Como
chakra, es el Bindu Visarga situado en
el área de la coronilla. Algunas escuelas lo identifican con el séptimo chakra:
Sahasrara, otras lo consideran un
octavo chakra más elevado.
Por otra parte, en Cábala el Punto Supremo hace referencia a la primera
sefirá, Kether, la Corona Suprema. La palabra esplendor (Zohar) designa el punto brillante que
el Misterioso hizo brotar al alcanzar el vacío y que es el origen del Universo,
palacio construido para su gloria. Este brillo es en cierto modo la semilla
sagrada del mundo: “Y la simiente de que proviene es sagrada” (Is. 6:13). De Kether parte el Kav o Rayo Relampagueante que hace surgir las sefirot. La primera polarización dá lugar a las sefirot de Jokmáh y Bináh, Energía y Forma, Espacio y Tiempo. Las tres sefirot
constituyen la Triada Divina también llamada Gran Rostro.
Aunque
más adelante veremos los chakras y sus relaciones con las sefirot, recordemos
que el chakra Corona o sahasrara chakra
se corresponde con la sefirá de Kether,
cuyo significado también es corona.

La Reencarnación: Samsara versus Guilgul
La
creencia en una esencia individual, alma, cuerpo causal, mente, conciencia etc,
que evoluciona a través de sucesivas encarnaciones en cuerpos diferentes es
común a muchísimas tradiciones espirituales. En el Yoga aparece ya en los Upanishads asociada a la ley del karma.
“Karma” significa acción; se refiere a cualquier acción física o mental y
a las consecuencias de estas acciones. Es equivalente a la ley científica
de causa y efecto, o acción y reacción. Los frutos del karma son
el placer y el dolor. El hombre vuelve a nacer una y otra vez
para recoger los frutos de su karma, en un ciclo denominado samsara (vagabundeo, deambular),
hasta que por fin alcanza la liberación de este estado, el samadhi. Patanjali cita dos grados en el samadhi: el samadhi samprajnata, en el que aún se
conserva la conciencia de individualidad, y el samadhi asamprajnata, en el que la ósmosis con el Absoluto es
total, realizándose la identidad entre el alma individual (atman), y el alma universal (Brahman). “El ser humano
tiene que comprenderse en su totalidad. Es inmortal como esencia, pero debido a
un proceso de identificación con el fenómeno contingente y relativo de estas
dimensiones del ego se cree mortal. La Liberación consiste justamente en
devolver la conciencia a su fuente imperecedera.”(Yoga Sutras 4.4)
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Representación del samsara |
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Ytzak Luria |
La anatomía sutil: chakras versus sefirot

Ida: A la izquierda del
central: Asociado a la energía femenina y fría de la luna
Pingala: A la derecha del
central. Asociado a la energía masculina y cálida del sol.
Sushuma:
El canal central en el que se alinean los chakras y por el que asciende Kundalini. Kundalini, (kundala:enrollada) es la energía cósmica evolutiva que posee cada individuo. Se
encuentra “dormida” en el primer chakra y enrollada en él. Al despertar ascendería
por sushuma atravesando todos los chakras hasta llegar a último, Sahasrara, lo que supondría el máximo
nivel evolutivo alcanzable, la iluminación.
En realidad Kundalini no está totalmente dormida, sino que fluye
generalmente por los tres primeros chakras, abriéndolos en mayor o menor grado,
en consonancia con el grado de evolución del individuo.
Los Yoga Sutras de Patanjali describen 7 chakras:
Muladhara Chakra o
chakra raíz: En la base de la columna, dónde se encuentra enrollada Kundalini.
Representa el elemento Tierra y la función de supervivencia del ser físico.
Svadhisthana Chakra:
Situado en el área genital. Representa el elemento Agua y la función de
reproducción.
Manipura Chakra:
Situado en el plexo solar. Representa el elemento Fuego y la función de
afirmación del ser.
Anahata Chakra:
Situado en el plexo cardiáco. Representa el elemento Aire y la función de amor
más allá del ego.
Vishuda Chakra:
Situado en la base de la garganta. Representa el elemento Eter y la función de expresión
del ser.
Ajna Chakra: Situado en la zona
del entrecejo, en la glandula pituitaria. Representa el elemento Avyakta, la nube primordial de materia
y energía indiferenciadas y la función es el conocimiento del ser.
Sahasrara Chakra: Situado en la coronilla, en la glándula pineal. Cuando la Kundalini Shakti (principio femenino) se une con Shiva (principio masculino) en este chakra, el yogui alcanza el séptimo plano de la conciencia, la unión con el Absoluto.
Muladhara equivale a la sefirá
de Malkut.
Swadhistana equivale a la sefirá
de Yesod.
Sahasrara
equivale a la sefirá de Kether
Los tres primeros chakras equivalen a la Triada de Inserción en el Mundo y actualmente están activos en todos
los seres humanos en mayor o menor grado. El cuarto chakra, Anahata, separa los tres chakras
inferiores de los tres superiores. Corresponde a la sefirá central de Tiferet y es la frontera que
separa el desarrollo personal del transpersonal, frontera que en el Arbol de la
Vida se conoce como Velo del Templo.
Solo algunos individuos consiguen el pleno desarrollo del cuarto chakra y el
desenvolvimiento del Amor, que no es una emoción ni un sentimiento, como se
vivencia en los chakras inferiores, sino un estado de conciencia en el que se
experimenta la Unidad de todo lo que es.
Los 3 nadis principales se corresponderían a los 3 pilares del Arbol de
la Vida:
El nadi Ida al Pilar Izquierdo.
